Max Hernandez

Despedida...

Hoy tuve un sueño muy extraño. Hoy soñé que estabas a mi lado, y en ese sueño tan raro que tuve, me mirabas algo desconcertado.

Ya no eras el de los últimos años, que tenía el rostro cansado, el paso tembloroso, y el cuerpo agotado. Eras el mismo de ayer, de aquellos años, cuando tenías la fuerza de cambiar el mundo, de aquel mundo que construiste con tus propias manos, y que moldeaste a tu antojo, para que nosotros podamos disfrutarlo. Pero aún así, me mirabas desconcertado, con un gesto extraño...

- Cómo estás? Me preguntaste, y al parecer no me reconocías, pues quizá esperabas ver a un pequeño a tu lado, y no al hombre que soy ahora, un poco ya gastado. Una sonrisa como una mueca dibujó tu rostro, y me mirabas asombrado...

- Bien, Pa. Te dije secamente. Te extrañamos mucho en casa, sabes? Mamá aun sigue llorando, cada vez ve el lecho vacío, y la enorme soledad de tus trajes y zapatos... Sabes, no nos animamos a regalar nada, ni tampoco a desecharlo, es muy difícil dejarte partir, aún no podemos aceptarlo...mis hermanas aún te buscan en las noches, y tus nietos, todos tus nietos no paran de preguntar, por qué te has ido?... Sabes? No estábamos listos para esto... No creo que hubiésemos estado listos nunca... Parecías de acero, ya que venciste a la muerte tantas veces, no pudieron contigo ni el cáncer, ese que venciste hace ya tantos años, ni aquel derrame cerebral, ni los problemas cardíacos... Te sobreponías a todo sin importar un carajo... Salías siempre vencedor, y luchabas por tu vida, como lo hiciste por todos nosotros, para darnos lo que siempre quisiste, la libertad para forjarnos con nuestras propias manos... Pero ahora no estas, y de verdad que te extrañamos...

- Tranquilo, me dijiste, mientras me levantabas el menton con las manos. Ya no llores, sabes que los hombres de verdad no lloramos...

- No es cierto, Pa. Eso no es cierto... Yo lloro muchas veces... Y también vi que Tú llorabas..

- Pero no dejes que nadie más vea esas lágrimas, pues en nuestro mundo cruel, no debemos mostrar que tenemos debilidades. Debemos mostrar ser fuertes, aunque por dentro estemos destrozados. Y debes mantenerte firme y fiel a los que mas amas...

- Tienes razón, Pa. Así lo haré. Pero eso no quita que aún te extrañamos...

- Pero debo irme, y deben dejarme partir, pues mi ciclo en la vida se ha completado. Cuida de nuestra familia, y sobre todo, no olvides que lo mas preciado es el amor, y la libertad para forjar tu mundo con tus propias manos...

Así te despediste hoy. Y hoy al fin me hago a la idea que ya no podré en este mundo de gozar de tus palabras, de tu exagerado orgullo y de tus calurosas manos... Pero no te preocupes, Pa, que conmigo se queda todo lo que me has enseñado. Seguiré firme a lo que me has dejado: libertad para amar, para valerme por mi mismo, y para conquistar y construir mi mundo, con mis propias manos...