Otra vez esa canción suena en la vieja radio
y otra vez hace sonar en mi interior aquella melodía
donde se orquestan los tonos que interpretan violines y guitarras.
Comienzo a danzar con tu recuerdo,
tu silueta me acompaña al compás de los sonidos,
dibujando al pasar,
una estela de emociones que ilumina cada rincón de esta habitación.
La canción se hace intensa,
puedo ver a los músicos tocando con el entusiasmo de un joven aprendiz,
unimos nuestras miradas sin temor a soltarnos jamás.
El clamor de las trompetas vociferan el final de la pieza,
miro a la orquesta y mis ojos te buscan con la angustia de las despedidas,
lentamente comienzas a desaparecer,
te vas de manera tan fugas como en tu llegada.
Miro al piso, de reojo veo un guiño de la vieja radio,
sonrío, se que estamos sólo a una canción de distancia.