Convertiré mi corazón en un nómade,
Ha mi lado ira la soledad que me acompaña
Y el silencio será mi canción,
Por el día será el sol quien me guié
Y por las noches la cruz del sur,
Como lo asían los navegantés de antaño
Seré como el eco que retumba en las montañas.
Que el viento se lleve los gemidos del alma
La oscuridad de la noche será mi manto,
Que me cubrirá mientras doy mis pasos
Y el rocío de la noche me refrescara mi alma,
Gozaré mirando las aves y los pájaros
Que romperán mi silencio con su trinar,
Veré en el otoño como lloran los arboles
Cuando caen sus hojas y el viento su barredor,
Donde emigraran a un lugar descosido
Creo que en mi vida paso el otoño,
Que me despojo del amor
Y el viento lo arrastro pero no se adonde,
Por eso mi corazón se convirtió en ermitaño
Donde la soledad y la ausencia del amor,
Lo acostumbro a estar solo en la caminata
No sé si es un hechizo o estoy loco,
Por padecer la falta de amor
Abecés quiero ser el mejor de los amores,
Que una dama pueda tener
Para llenar el vacío de su corazón,
O ser un amante que le de
Lo que no tiene su corazón,
Ser el hombre que por las noches
Le dé su calor y llene de amor su corazón,
Y de caricias tu cuerpo donde besaré tus pechos
Mientras nos empapamos de pasión.
Autor Eco del alma
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Antofagasta, 25, 11, 2016,