Vengo
con las manos cosidas de flores,
atravesando desiertos,
los ojos salpicados
de arena blanca,
el corazón ensanchado
rebosante de palabras.
Vengo
de arañar hilos de agua
en la naturaleza mojada,
con el pulso vivo
de acariciar todas las estrellas
luciendo como brasas de fuego
en mi interior.
29-11-2016