Sucede que siempre te he amado. Y miento cuando escribo \"siempre\".
Pero siento,
al mismísimo amor,
eterno.
Eres como la masa tibia, como mis horas de sueño.
Eres como el silencio hueco
que no deja de hundirme.
Eres una mensajera imprevista, un eco
que me nace
y desaparece.
Es tu esencia tan sencilla,
el agua que me mece.
Desapareces
entre nubes, dejas tu lluvia en mi desierto...
¿Será que nunca fuiste mía?
Tú amor me llama, querida,
pero él nunca tendrá dueño.
Eres como un cuento perdido.
Nunca serás escrita por completo.
Imposible de describir tus secretos,
tan inciertos
e ilegibles.
Es tu mirada tan viva
y fría
una puerta a la ironía.
Estos ojos
que se erizan
no provocarán tus deseos.