Steylan Montilla

Atracción a primera vista

Parecía un día normal, hasta que, llegando a mi cita odontológica su mirada me recibió; de inmediato entre otras personas, lo noté, fue inevitable sentirme intimidada, por aquellos ojos con funciones avanzadas de escáner sobre mí.

 

Venía algo agotada por la jornada laboral, pero la sugerente bienvenida de su mirada, vigorizó, musicalizó y relajó mi anatomía al caminar... creo que normal en todas las féminas cuando la atracción es mutua jeje…

 

En milésimas de segundos, con sutileza mi cabellera tiré hacía atrás, saqué el pecho, y mis hombros puse como paloma al volar ¿qué quieren que les diga? La verdad, se veía muy bien aquel Señor…Mis ojos y mi mandíbula relajé, y por supuesto, mis caderas en suave tongoneo por todo el pasillo llevé.

 

Con cuidado y sin desplomarme sobre la silla, (Como lo haría al llegar a casa), jejeje… con naturalidad y delicadeza me senté, con las piernas ligeramente separadas, ambos pies en el suelo coloqué, saqué un libro de mi bolso, titulado “Orgullo y Prejuicio” (Novela de Jane Austen) ¿Para qué?, Ni yo sé, la concentración era imposible en ese momento, pero ni modo, de alguna forma debía yo disimular y no perder la compostura de dama, por tanta insinuación de aquel Galán.

 

15 minutos después…Mi corazón se aceleró, mis mejillas se sonrojaron, mis manos se congelaron, cuando él se levantó y hacía mí caminó, y con voz suave me preguntó…

 

- ¿Me permite su libro unos minutos por favor? --Le respondí, por supuesto que sí.

Pasado unos cinco minutos… Lo llamaron a su chequeo, y sin más, ni menos, con un ”Gracias” el libro me regresó…

 

Ahora sí, no había de otra, en mi lectura me podía concentrar, al tomar el separador de libros, una nota que decía así encontré:

 

¡Hermosa! Aquí tienes mi número de teléfono, espero tu llamada por favor…

 

Fíjate, no sé qué haré…Probablemente, solo al destino insistir, para en una siguiente cita, con él volver a coincidir.