El paso imponderable del tiempo...
Hojear un deslucido libro amarillento,
Una página ajada de borroso impreso
Y la vida distraída ahí se detuvo un momento.
Entre sus viejas páginas deslucidas…
una envejecida violeta… un gastado recuerdo.
Flor que alguna vez pulió mi alma de desvelos.
Recuerdos de otro tiempo y otra dicha.
Y al descubrirla lenta… lentamente…
Pensé aquí posaron sus manos y las mías.
Recuerdos sin dudas de horas divinas.
Tiempo olvidado. Dulces tiempos relentes.
Glorioso libro, ánforas de sueños vacíos,
sueños marchitos como la agreste tierra
sembradas de violetas marchitas y añejas.
Cofre de poemas... recuerdos y... la violeta.
Otrora fresca y perfumada como tu amor.
Vestigio de intrépidas caricias secretas.
Yo era la inocencia reposada en tu mirar.
tú eras ese límpido sol del amor primero,
y esta reseca violeta inserta en su altar,
indicio de una tarde olvidada de ese tiempo
Nuestra violeta, ultrajada por el azar y la nada
fue fusión de almas en quimeras desnudas,
ha perdido su color y ya no está perfumada.
Solo es recuerdo de una verdad señalada.
Nelly h
30/11/16
Argentina