¿¡Que habrá más allá de tu cariño!?
Tal vez otro paraíso aún más abundante,
quizás la luz de la eternidad
que bajo por orden del que la creó.
Habrá quien sabe múltiples mañanas
que coincidan con los colores de una aurora
y las estrellas más lejanas.
¡Y por qué no...!
dónde el milagro tenga su morada.