Como la hoja que el
viento surca, anunciando
el fin del estío y la llegada
otoñal.
Como el cactus que en el
desierto se mantiene bajo
el rubicundo sol,
sandio y tozudo,
esperando las siguientes lluvias.
Así como el agua de los ríos
que nacen en la cúspide de
un nevado y siente la incertidumbre
de su destino.
Su alma cual hoja, cactus y
agua, buscan desesperada
el rumbo en esta senda
que es corta y a veces larga.