Todavía siente mi cuerpo tus caricias
y el calor que me quema de tu abrazo
porque aun me siento estremecida
poder vivir momentos tan hermosos.
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Me solté ataduras escondidas
que las dejé cabalgar con mis deseos
y fueron instantes de horas locas
deseando ese momento fuera eterno.
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Cada vez que te miro me sonrojo
porque veo destellos en tu mirada
y muy dentro de mí siento un ardor
de una enorme hoguera que me quema.
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Que esas horas de amor nunca terminen
porque son bellos momentos de pasión
sin importarnos, los que nos condenen
porque amarse, es una bendición.