Cierro los parpados y no hace más que colarte en la imaginación
Duermo cuando puedo y no hace más que ser protagonista mientras sueño
Sufro pesadillas, y la peor es cuando me sueltas y caigo al vacío
Me despierto en las noches, agitado, abro la ventana y siento frío, miedo
Me siento al borde de la cama, desconcertado, disgustado con la razón
Luego inesperado, quedo atrapado en el ensueño del misterio.
Abro mis parpados y empieza un nuevo despertar
Me ducho, me acicalo un poco, y me tomo un tinto para completar
Camino por la calle, junto a la quebrada y los jardines del barrio vecino
Y de nuevo, en la fresca mañana revive el encanto
Con el olor de las flores silvestres que emanan de su vientre
Con la nariz impregnada del aroma de tu piel.