Diaz Valero Alejandro José

La hormiga Petronila (Cuento)

Hay una hormiga

que vive en un pueblo

dentro de una villa

que queda bien lejos,

como treinta millas

y esa hormiga

amiga de todos

se llama Petronila.

 

Perdón,

se llama es Camila.

Es muy trabajadora

y buena vecina,

si encuentra provisiones

ella no escatima

en dar el aviso

allá en la guarida

para que sus compañeras

busquen su comida

y puedan nutrirse

junto a sus familias,

porque ella sabe

y nunca se olvida

que el trabajo en equipo

es de las hormigas.

 

Ella es muy feliz

y muy divertida

y tuvo una hija

llamada Petronila.

Perdón,

se llama es Luzmila,

que se parece mucho

a su madre Camila

cuando por el campo

camina y camina

para llevar bastimento

en cuanto consiga

y andar respetuosa

sin romper la fila,

siempre solidaria

y caritativa,

enseñando a todos

lecciones de vida

con una bondad

que nunca termina

y una entereza

que muchos envidian,

trabajando junto

a sus amigas

porque ella sabe

y nunca se olvida,

que el trabajo en equipo

es de las hormigas.

 

Ella tuvo una hija

llamada Petronila

que como saben es nieta

de la hormiga Camila,

que es la madre

de la hormiga Petronila.

Aquella hormiguita

de hermosa familia

que usa el trabajo

como fiel consigna

y andan por la vida

de manera digna,

salió diferente

y nadie se explica.

 

Ahora les cuento

que la Petronila

les salió rebelde

y un poco atrevida.

Detesta el trabajo

y ama la comida

odia a las vecinas

porque la fastidian

trabajando tanto

caminando en fila

y ella prefiere

dárselas de linda,

usando tacones

y ropa muy fina.

 

Es poco hacendosa

y muy intranquila,

odia los quehaceres

esos que le asignan,

pero si a una fiesta

alguien la convida,

sale de inmediato,

casi en estampida,

a bailar y beber

en su alegre vida

y por eso en la cueva

toda la familia

dice que Petronila

es muy atrevida.

 

Nadie sabe porqué

ella es tan distinta

que siendo la hija

de la hormiga Luzmila

y siendo la nieta

de la hormiga Camila,

ande alborotando

a toda la villa,

de fiesta en fiesta,

y causando vergüenza

a su bella familia.

.

Dicen que Petronila

cuando envejeció

muy arrepentida,

andaba trabajando

por toda la villa,

dando ejemplos

a nietas e hijas

que el trabajo en equipo

es de las hormigas.

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Autor: Alejandro J. Díaz Valero

Maracaibo, Venezuela