Hinojos -Soneto-
Una a una mis palabras se suicidan
se caen al vacío de tus ojos,
esos ojos profundos que intimidan
con ese olor de anises entre hinojos.
Dejas mi corazón entre los huesos
y el alma echa sollozos y jirones;
de tu labios los míos están presos
de bajas pero humanas sensaciones
que embriagan estos besos que voy dando,
besos en otras bocas no en tus labios
y me pregundo ¿dónde, cómo, cuándo,
podré beber el néctar de los sabios?
Y el carmín de tu boca recordando
esas gloriosas noches de resabios.
Un beso y una flor
Alfredo Daniel Lopez
30 - 11 - 2016
Barcelona-España.