Para ser encantadora sonrisa
es urgente el calor de una caricia
y entonces, feliz, no morir de prisa.
Para ser abrazadora delicia
necesito de la dulce ternura;
ahora, sí, soy delicia y soy caricia;
pero, me haría falta la locura
de arrancarme las nefastas espinas
y ser caricia, delicia y ternura…
en el deleite...sin tus bragas finas.
Ahmed Krentel
Ahmed Krentel
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