Noches de truenos pasadas,
con la lluvia sobre el vidrio
golpeando la ventana.
Noches de penumbras solitarias,
de amigos perdidos
de traiciones vanas.
Tuve tardes de decepciones,
mañanas que es mejor olvidarlas,
diás completos oscuros,
sin que el agua esta piedra labrara.
Un golpe fuerte en el pecho
y sentir el dolor en el alma,
despúes de atender la llamada,
escuchando tu llanto al otro lado
sin poder hacer nada.
Lágrimas tocan tus labios
y mi razón se desarma,
sólo quiero verte feliz,
a costa de lo que haga falta.
Daría mi vida entera
por evitar otra vez la escena
de ver a la mujer que más quiero
dolida, triste o decepcionada.