Una Morocha y una Rubia
Tan chiquita y tan fumona,
me invitaste con Madonna,
a pitar en una plaza,
un poquito de calor.
De principio parecían,
la perfecta compañía,
como el sol al mediodía,
mis manos y el bandoneón.
Una morocha y una rubia,
son la luz y la penumbra,
la alegría, la desdicha,
Tango viejo, Rock and Roll.
Son el cielo y el infierno,
el calor en el invierno,
se escaparon con el viento,
y a mi naides me avisó.
Ya no tiene más sentido,
transitar este camino,
fue su único destino,
matar a mi corazón.
Ya no hay humo ni ginebra,
que las saque de mi cabeza,
ninguna mina me interesa,
yo las quería a las dos.
Una rubia y una morocha,
imagínate amigo mío,
yo por ellas dejo el vino,
a la vieja y a los vicios.
Trapalero y ex amigo,
que ni lerdo ni perezoso,
por chorearme a estas dos minas,
le vendió su alma al demonio.
Una morocha y una rubia,
eclipse de sol y de luna,
que encendió el fuego de mi alma,
y lo extinguió sin compasión.
Una vela que se apaga,
la damajuana vacía,
mano fría que me abraza,
la parca me rescató.
(Chan-chan)