Huele a tierra mojada y fresca,
tras la lluvia que golpea mi ventana
y trae en su aroma, la nostalgia
de la noche en que te amé.
Los rayos, los truenos y el viento arremolinado,
fueron cómplices de esa pasión desbordante
que nubló nuestras mentes
y quemó nuestros cuerpos
en éxtasis incesante.
Me he vuelto taciturno
y sumergido en mis pensamientos
se acelera la urgencia por tenerte
y es esta ausencia, y es esta distancia,
la que clava en nuestros pechos,
las ansias desesperadas por el próximo encuentro.
Te amo mujer de mis sueños
y compañía en mis desvelos.
Alma Erótica
José Luis Agurto Zepeda
Managua Nicaragua
30 de noviembre 2016
(12:53 pm)