A veces húmeda y llena de aliento
Refresca mi rostro y lleva mis ahogos,
A veces se pierde en nuestra aberrada mente.
Ella era mansa, vacilaba con todo,
Su bella luz encendía sonrisas y vibras.
A pesar de estar rotos sus codos
Poseía inmensa pasión por la vida.
Su alma abierta y centrada giraba
Al son de la clásica retahíla
Buscando y llenando su felicidad;
¡Adelantado mas desdichado ser, no sabía!
Flor entre verde musgo y feos gusanos,
Sola, incomprendida, apagado potencial.
Sus raíces no dejan crecer ni alimentar
Podan sus brazos, les fascina podar.
Infeliz, ciego ante si
La vida no es lo suyo,
Le conmueve el dolor
¡Oh sublimes botones, oh suaves capullos!
Aún contemporánea la naturaleza, es inmortal,
Casi exacta a su antojo mueve y lidera,
Quita maleza, le abre paso
A raíces ansiosas de continuar
Luna y sol,
Somos todas almas gemelas.