A Mí Dulce Debilidad, la que está siempre en mi.
CAE LA TARDE.
Desprendiose desde el balcón de tu sonrisa,
Cayendo como cascada, sobre mí alma
Adornando el ocaso de febo;
Sobrevolandome en un beso,
el deseo de tus alas sobre el firmamento infinito.
Aromando la tarde-noche
con la fragancia de tus caricias
por sobe mi cuerpo.
Haciendo de tu mirada furtiva,
un columpio que sobresobrevuela
en una suave brisa en primavera.
ARGON