De reflejos verdosos,
su mirada fascina a quien la mira
entre nobles matojos,
de blanca pulpa nívea
ofreciéndose tierna, y atractiva
Disimulada y cruel,
cubierta de pigmento bienoliente
pretendiendo atraer
con su aspecto inocente
al incauto infeliz, que la colecte.
A mí, ya no me engaña
con su mirada dulce y absorbente,
pues detrás de sus mañas
viles, de oronja verde,
esconde en sus entrañas, el beso de la muerte.
Cecilio Navarro P.
02/12/2016