Me dices que deje el vino, amigo
tu que nunca compartiste victorias
o derrotas conmigo.
No estoy solo por placer,
solo me queda el cielo,
que me libra del desconsuelo,
de quien acostumbra a perder.
Cuando cuentes que me
has visto, no digas que estoy
perdido, o que no tengo ni domicilio.
Di que en el subsuelo vivo
y que mis mejores amigos
son amables desconocidos.
Cuando hables de mi barba
descuidada, di que es lo único
que crece de mi caudal, que ella
es mi nueva identidad que no es
un disfraz que se someta a normas
ya olvidadas, di que vivo así desde
hace tanto tiempo que ya no tengo ni edad.