un sentir sin par
inaugura el alto vuelo
en el dulce de tus besos,
y en la piel…
mariposas acariciando el cielo,
alas elevando al ser
en lo más claro y profundo,
en un mundo de sueños
donde siento ser el dueño
de tus horas de ternura
y desenfreno,
de pasión y delirio,
de caricias y gemidos,
de paz y libertad;
horas que alimentan ilusiones,
ilusiones que se enredan en horas
perpetuando el recuerdo
de tus sonrisas, miradas
e interminables sensaciones
que deambulan en nuestros cuerpos.