Ese momento que ya no sentimos nada
donde las ganas de arrancarnos los labios a besos
murieron, donde el deseo perdió su fuego.
Ese momento que el rojo de las mejillas no existe
y no nos volvemos polvo con solo mirarnos.
pues ya no, nos reconoce el deseo, donde ya
somos otros donde nos cambiamos el alma.
Ese momento en el que ya no somos nuestros
sino de ellos, que ya no nos amamos ni queremos,
pero sí que a ratos nos extrañamos.
ese momento que pasamos cerca y las miradas se detienen,
se reconocen se consumen pero no se aceptan,
se recuerdan si, se duelen un segundo y se vuelven a excluir.
Ese momento en el que ya no nos amamos
pero si nos guardaremos el luto de lo perdido,
de lo muerto, de lo roto, para siempre quizás
de viejos les contemos a nuestros nietos de este amor
doloroso que nos rompió , nos volvió polvo y nos hizo llorar.
Ese momento en el que ya nos olvidamos,
Pero tampoco amamos a quienes nos aman,
En aquel momento estamos seguros que ya no tenemos corazón.
Autor. Fernanda Aracely Moreno