Salí de paseo
con mi hermana Margot,
y desde lejos
nos quemaba el sol.
.
Sus rayos candentes
nos enrojecía la piel
y los dos sonrientes
jugamos con él.
.
Regresamos en la tardecita
a la casa los dos,
sin perder de vista
al amigo sol.
--------------
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela