Tus manos entre las mías
como anclaje de velero
atrapado en la bahía
repetirlo es lo que quiero.
La suavidad de tu piel
tatuada por mis yemas
es un jeroglífico fiel
encuentro lo que me quema.
Mírame para saber
donde se aloja tu amor
sabiendo que mi querer
es un suspiro en flor.
Esa sonrisa pendiente
pidiendo lo valedero
de mis pupilas ardiente
dan fuerza a mi velero.
Todo empezó en tus manos
seguimos la nueva senda
llegando al ser humano
ese calor de contienda.