Soñó co la nieve y la nieve apareció ante
su ventana.
Vió antes de morir el mar
que nunca fue encadenado,
cuando llegaron al desierto,
oyó un fuerte aguacero, y
se amaron como nunca
ante los espejos.
Afuera un cielo extraño los encubría.
Soñó con viajar a lugares remotos,
y siempre terminaron en algún cálido
lecho, de hecho viajar era solo un pretexto,
para amarse en un nuevo escenario,
se solazában con fruición, como si aquellos
fueran últimos momentos, soñó que algún
podría hacer de su vida una historia irrepetíble,
como cada nuevo beso y caricia, y desde entonces
estar viviendo su sueño.