La magia...
captura a las horas,
la fantasía
se hace carne en los labios,
y en las alturas...
sumergen los besos
que siembran conjuro
e invitan al inagotable deseo
a fundirse en cataratas
de imperiosas sensaciones
a engendrar necesidades
ambiciosas,
urgente ansiedad...
descubrir el inigualable sentir
de las caricias
sobre la cartografía de tu piel
desierta,
predicando en cada célula…
derroches de placer.