Estabas allí
En esa mirada dulce y fuerte.
Mi felicidad se extasiaba con tus palabras,
y mis días tenían sentido cuando me acompañabas.
El anhelo perdido de los años pasados
encontró su destino en la algarabía de tus manos,
pero escindí al hombre que había encontrado,
“un sueño soñado, y un día a día cegado”.
Pero el día comienza en la mañana,
sutil asesina de sueños soñados,
y mi cielo idealizado de nubes grises se había llenado,
una tormenta de realidad, todo lo había transformado.
¿dónde te fuiste, dónde estás amor?
ahogándome en frases humillantes en vacío y soledad,
mis brazos hacia el cielo elevé
y la salida, adentro mío encontré.
Aquella niña inocente
que por soñar golpeada se vió,
se transformó en mujer
y la experiencia su piel cicatrizó.
Busqué dentro de mí…
hallé un arco iris fulgurante…
Te encontré amor!!, aquella mañana
en un rayito de sol que por mi ventana entraba.
Un nuevo día había comenzado,
dulces y suaves melodías lo anunciaban,
que todo mi cuerpo de ellas se impregnaban.