angelillo201

Aire, aire, que entre Nicolás Maduro por mi ventana.

Intro en las sombras de mi habitación, donde se cuela en el despertador el pasado a través de una canción. Al abrir los ojos sigo enlutado entre viejas sábanas, con canes hambrientos hociqueando y la luz de mi ventana que no me deja ver el sol tras la cortina de lluvia que se cuela por mi tejado.

 

FA Por la mañana yo me levanto, FA# y voy corriendo desde mi cama, SOL# FA# para poder ver a esa chiquilla por mi FA ventana FA Es que yo llevo todo el día sufriendo FA# y es que la quiero con todo el alma SOL# FA# y la persigo en mi pensamiento de FA

 

 

Escucho a mis peores enemigos, que llevan todo el día sufriendo en el fatídica víspera de la constitución española, la del 78, conocida como la fabulosa por aquellos que la han leído. Es la radio progresista de la cadena Ser, y los periodistas y contertulios dando una buena noticia, otro referéndum perdido por otro gobierno. Cae Italia. Siento aire fresco como mil mariposas Venezolanas abanicándome sobre mi cabeza. Abro la boca para reír, cuando alertan en la radio contra los Atílicos populismos golpeando el corazón demócrata cristiano de Europa. El simplismo de los progresistas me adormece como el opio y como Dios.

Escucharlos es como escuchar hablar al Papa de Roma. Mi atención se torna nula y poco a poco voy durmiendo. Mis ojos se cierran en el convento de mi cuarto, entre los gritos de la radio que enganchan discursos con fina aguja y bola de lana en voces aterciopeladas que maúllan interminables:

agrupaciones llamando a las puertas de las murallas de Roma, cúpulas milenarias incendiadas, iglesias en llamas, abismos infinitos desatados, las calles inseguras, niños escupiendo en las escuelas a las constituciones, el rechinar de los dientes, la carestía del pan, la falta de libertades, y movimiento, la prohibición de estudiar matemáticas en las universidades de económicas porque solo habla de intereses…

!el bolivarianismo republicano a la europea ciudadanos!

Siento una profunda opresión en mi viaje, a lo largo de mi sueño, de años y años, cada vez respiro peor dentro de mi cuarto, del que apenas he podido salir en estos últimos tiempos. Necesito liberar mis brazos, mi cabeza, mi espíritu. Desamortajarme.

Entre dientes grito:

Aire, aire.

Necesito respirar.

Necesito aire limpio.

Necesito escuchar a un hombre honesto.

¿ Dónde está ese hombre?

¿ Dónde está mi hombre?

El que me cuide como cuida una mujer a sus hijos.

Aire, aire, pronto.

Aire o moriré.

A mi ventana acude Nicolás Maduro.

Él es testigo de mi dolor y sufrimiento.

Él es mi doctor.

Él es el hombre que espero.

Suena en la ventana tres golpes y abro los ojos.

Si silueta flota como la de un genio mágico salido de una lampara.

Poco a poco mis fuerzas vuelven cuando consigo volver a respirar.

Me siento lleno, como el discípulo que encuentra el maestro.

Mi cuerpo morado, asfixiado, vuelve a cobrar su tono rosado y a desprender un aroma de vivo que abre sus brazos a la ventana para que entre la vida.

Y allí en el horizonte:

un barco sobre el mar,

y un caballo en la montaña.

Se lleno mi alma de esperanza,

al abrir la ventana y ver que todo,

cambiaba.

Angelillo de ixó.