Noche, fría y sombría,
hermosa y peligrosa,
te admiro,
tal cual un rey admira su reina.
Perpleja de misterio,
me intriga a continuar,
pero no deseo saber lo que es,
pues está fuera de mi razón.
Llena de tormento;
te han brindado una mala fama,
si tan solo lo demás te pudieran ver
logrando divisar tu infinita belleza.
Tan solo tú ... eres la única que me abraza,
que me hace sentir importante,
bajo tus besos de soledad,
y bajos de calor, pero muy sinceros abrazos.