Noche de truco en el Bar
Una noche de diciembre, no se bien como sucedió,
me encontraba jugando un truco, con Federico, Idea
y Juana en el viejo bar La Perla de Lavalleja y Dr.
Pablo de María.
Ellas hicieron pareja y a mi me tocó jugar con Federico
que de Truco nada sabía, como era de esperar.
Ya en la primer mano, ellas sacaron ventaja, cuando
cantaron flor y el pobre gaditano les regaló un poema
donde repitió flor.
Le echaron la contra y me miró alelado, inquirió con voz
airada, «¿Ostias, de que hablan las damas”?
En la mesa de billar Pablo dejó a un lado el cello, con el
taco en las manos hacía maravillas tirando a tres bandas
carambola tras carambola, mientras el Pablo chileno,con
dos morenas en sus rodillas, a las carcajadas le decía,
pensar que yo de esto Pablito pensaba que ni pintabas.
Acodado en la barra el inefable malagueño, con su lápiz
dibujaba palomas en las servilletas, murmurando cuanto
tiempo le había tomado llegar a dibujar así.
Irrumpió mas gente en el bar, se generalizó la conversación,
ya entrada la madrugada, levanté mi cabeza de la mesa, me
había quedado dormido, mis queridos visitantes se había
ido temprano, me dijo Manuel, el dueño del bar.
Te dejaron esto mocito, y me dio un cuaderno en blanco,
en la contratapa seis firmas y una sola dedicatoria....
Completa estas páginas blancas, con lo que salga de tus
entrañas y nunca te vas a arrepentir de lo que de allí
supiste escribir