Ya no pediré los besos que me debes,
ni caricias en dulces noches de estíos,
pero no me pidas tú que no te piense.
Pensando tengo el corazón menos vacío.
Ya no pediré ese fuego que no es mío,
ni siquiera un delgado filtro de tus sueños.
Del puerto ha zarpado el último navío
Llevándose los tatuajes todavía frescos.
Ya nada te pediré. Ya nada soy.
Eres agua fresca que otra ha de beber,
tu boca sabrá de otra boca, el dulzor.
Eres vaga ilusión de un perdido querer.
Unos ojos lejanos que no percibo,
pero deben ser muy dulces y muy bellos
ojos de estrellas es la que va contigo.
Y debe ser bella como un cielo esbelto,
como a ti te gustan, así debe ser ella.
Debe tener piel como suave terciopelo.
Debe tener la sonrisa muy brillante
y la risa como mariposa transparente
volando sobre los lirios fragantes.
Ya nada es mío, ni sueños, ni recuerdos
soy alma marchita, soy herida abierta.
ella debe ser húmeda tierra de alfarero
moldeada por dioses del fuego y la forja.
Te pienso, ya sé que no es mío tu amor.
Soy playa sin mar, ni luna, oscura y lúgubre
y ella debe ser diosa dorada por el sol.
escultura de oro que en la brisa reluce.
Te pienso, se asoma el dorado crepúsculo.
Mi alma se sume en blancos sueños de rosas
y blancas primaveras. Te vas y poco importa,
sabes que eres mío… ¡Sin ser mío tu amor...!
Nelly h
05/12/16
Argentina