IGUAL QUE Van Gogh
(SONETO ARMIJO - DE DOBLE ALIENTO)
Apenas era un infante, y el corazón me latía,
al ver pasar una dama, precoz mi instinto gozaba,
y fui creciendo a la par, en mí las ansias izaba:
¡un niño díscolo era, apenas sí obedecía!
Cual un muchacho inocente, muy fácil me enamoraba,
frisaba, creo, nueve años, las chicas ya apetecía,
de algunos buenos encantos, a veces gala yo hacía:
¡de ser decente y cordial, lo sé, jamás me jactaba!
Cumplidos diez almanaques, primera novia tenía,
feliz, henchido de orgullo, el pueblo entero sabía;
entonces un pavo real, las calles todas paseaba:
¡su tersa mano, muy suave, asida, firme llevaba!
Aquí les vengo contando, la historia fiel de mi vida,
ahora soy gentil hombre, pasado por el crisol:
¡en este coso del mundo, ha sido cruel la corrida!
Por eso igual que van Gogh, pintar querré un girasol,
insisto y nunca me canso, que siempre tengo servida:
¡victoria allende anunciada, detrás de un bello arrebol!
Ahora asumo otro reto, tomar segundo aire debo,
la cosa exige buen fondo, igual que corres atleta,
metidas llevo en la mente, juntitas gana y receta:
¡llegar seguro lo tengo, que tomen otros placebo!
Así se encuentre muy lejos, calculo mía la meta,
el alma tengo dispuesta, conmigo no vale el cebo,
cubriendo el gran recorrido, algún percance compruebo:
¡a mí, jamás, se los digo, ninguna prenda me aprieta!
Lejano está el horizonte, si alguno invita le apruebo,
bastante tierra he pisado, dejé de ser un mancebo;
cubrió mis ojos el llanto, la vi marchar muy discreta:
¡tristeza enorme sufrí, llevé costumbres de asceta!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino