Señora, no tenga miedo de su cuerpo,
Su experiencia complace lo deseado,
Señora, no pierda su tiempo pensando,
Mejor báñeme del sabor de sus años.
Señora, no detenga sus deseos,
Deje que su piel se enlace a mi cuerpo,
Que la educación sabia de sus labios,
Desborden esa pasión por tenernos.
Señora, no se prive de sus movimientos,
Deje que sus caderas me bailen lento,
Que la sensualidad de sus pechos,
Serán el adoctrinar de mis lamidos.
Señora, no tenga miedo de su cuerpo,
Su experiencia es lo que me tiene al gusto,
Señora, no pierda su tiempo pensando,
Mejor entréguese y téngame a su lado
Señora, su edad es lo que la hace mayor,
Pero sus años recorridos la hace mejor,
Déjeme que la recorra hasta su sombra,
Y enseñeme sin atadura todo de usted SEÑORA.
“Señora con sus desnudez desnudaría mi alma,
ya que comprendería que es una mujer de verdad,
hecha y derecha a la medida… Sea mía bella Señora”