Demostrar afecto
es mi mayor defecto;
darme a conocer por completo
jamás lograré hacerlo.
A cada segundo te pienso
y estás presente en cada sueño que tengo.
Son sólo sueños inalcanzables,
fantasías interminables
de volvernos a encontrar
y volvernos a besar,
como lo hicimos aquella noche
en la que me enseñaste a amar.
Siendo ahora desconocidos,
tú sin rumbo y yo sin destino,
te aseguro que en algún lugar del camino
tus dedos estarán entre los míos
y nuestros labios jamás tendrán frío.
Sólo recuerdo que te fuiste
y mi corazón se tornó triste
al pensar que jamás me llegarías a amar,
mientras yo por ti mi vida podría dar.
Esperanzas tengo de volver a vernos;
siendo desconocidos,
tal como siempre lo hemos sido