Respirar el aliento del árbol,
del pino,
de la planta,
de las diversas que existen
en las calles,
en el campo,
en la ciudad,
en el bosque
lleno de lobos,
envueltos en nieve,
desnudos de tierra
y pasto verde...
Los árboles que tanto esconden,
que tanto gritan
historias de distintos siglos
hasta que mueren...
Cien años después,
respiro el alma del árbol
que me cuenta en visiones
sus raíces.
Cuenta historias de diferentes siglos
mientras se despoja del viento
que me dará vida en su despedida...