Fabricio Terán

Sueño

Lo que he sentido… Pésame

entre tus manos el rostro;

abundan los te quiero;

los paisajes ahora no lucen

cuerdos. Faltamos los dos,

pero sabes, en mí es mayor

el vacío.

Quedan tus trazos

cuando aún no se va la noche;

y, la ciudad echa a volar sus dragones

humeantes y yo te necesito

cerca de mi pecho.

Tu voz así desata

el amasijo de arterias.

 

Después de pensar y pensar

decido no contaminarme…

Y digo que: “Estás aquí”,

como el dios en el que creo;

como todo aquello que es más real

que un nudillo entrando en un ojo

confiado, abierto; aunque no tenga

partes que puedan verse;

a toda velocidad.

 

Te veo. Digo tu nombre. Te veo.

Te aprendo de memoria.

Olvido las razones accidentales. Creo

que no estoy a la altura –los nervios-,

y ya quiero besar tus manos,

y ya quiero caminar junto a ti.

Y pasa… Y a un lugar

antes inerte le nacen colibríes

y girasoles. Te veo… ¡Ah,

qué hermoso ha sido el mundo!

Y sueño.