Dante Lucrecio

SIENTO ENVIDIA

 

 

SIENTO ENVIDIA

 

 

Cuando camino por la calle,

 siento envidia,

siento envidia de las parejas tomadas de la mano.

 

Jóvenes y viejos,

profesionales,

carretoneros, taxistas.

 

Me dicen nosotros somos un equipo…

me dicen yo encontré mi media naranja.

 

Me dicen nosotros renunciamos a parte de nosotros mismos por el otro.

 

Me dicen ésta es la forma como Dios manda enfrentar la existencia.

 

Me dicen que la vida es muy dura,

tiene múltiples dificultades,

 pero tomados de la mano

es un camino hermoso que termina con la muerte,

pero con garantía de persistencia de la vida.

 

Me dicen… me dicen tantas cosas…

 

También siento envidia de los jóvenes en invierno

 con gruesos chalecos tejidos a mano…

 me dicen tengo alguien que me quiere tanto

 que pasó muchas horas ante los palillos pensando en mí,

puntada a puntada, madeja a madeja…

 

Siento envidia de algunos hombres.

 Se distinguen a distancia,

 ordenados, limpios, afeitados,

 vestimenta con equilibrio de colores.

No falta botón ni lustre.

 Pobre o rico, joven o viejo… se distinguen.

 Es evidente que tienen a alguien que los cuida

 (las mujeres se cuidan solas)

 

Siento envidia…

                                                               Dante Lucrecio