18 primaveras comprimidas en tu piel.
18 inviernos abrigando tu calor.
18 veranos refrescando tu ilusión
18 otoños deshojándote mujer.
Sin tiempo a vergonzante en tu mirada.
Con la candidez aun tibia en tu mágica quimera.
Señora de mis arduas batallas
Gracias muchas gracias
Por cargar mi cruz en tus espaldas
Por sanar con la dulzura de tus labios
Mis heridas.
18 son los escaños coronados
En el ascenso pretencioso de la vida
Que contigo para mi sería
Pretender otros tantos más
Si DIOS y tú me otorgan esa bondad inmerecida
¿Sera abusar del poder de la plegaria?
¡Oh! CREADOR del cosmos y el abismo
Que en esta dimensión lacónica me bendijo
Con tu obra perfecta y solidaria
Hecha mujer, hecha verso, hecha poesía
Un soneto de placeres; una amalgama de sonidos.
Mi bella compañera de los días
De mis glorias y mis penas y mis débiles latidos.
De mis fallas monumentales y mis virtudes estériles.
Sera abusar del poder de la plegaria
Oh! CREADOR de lo tácito e infinito;
Si en esta dimensión lacónica me bendijo
¡Hazlo en otra! Donde reinan las sombras, los espectros y el olvido;
Dormir junto a ella en el silencio prolongado y eterno.
18 medidas de tiempo indefinido
Transformación de la materia; traición de la memoria.
Historia doblegada en la carrera,
En el afán de existir sin ser nada.
Descenso yerto hacia el abismo.
Amor ya somos polvo.
Partículas volátiles ligeramente esparcidas
18 medidas más amor mío.
Déjame volar contigo, solo contigo