Desde tierra despega el cohete y aún no se si vuelva a verte.
Llevo conmigo, un trozo de tu piel en mi bolsillo,
un aúdio de tus dulces carcajadas,
y en mi maleta tus ropas aún perfumadas.
En la luna, añoro tus besos bajo la lluvía,
en el inmenso Júpiter, tus pequeños presentes
y en el helado Neptuno, el chocolate caliente.
Ooh! tu cuerpo,
cuán maravillosa es su dulzura,
que ni el infinito universo se asemeja a tu figura.
Y el celoso sol que no había mencionado,
por tu hermoso brillo es deslumbrado.