Hace tiempo que estoy viviendo
recorriendo mis propios caminos
algunos llenos de sol
y otros en penumbras
que me hacen ir a tientas, como un ciego
esperando lo peor de cada paso.
Pero cuando el sol inunda mi camino
el paso se llena de pájaros
y canciones del viento en los árboles
es cuando estoy seguro de llegar
al manantial del amor
de sumergirme en la mirada de ella
detener el tiempo, del primer suspiro
y suspenderme en los espacios de la nada
perpetuando, el mismo beso desesperado.