No me creas.
Te pido, no me creas
si te intento persuadir para dejarte ir
con mis inseguridades.
No me creas si te digo
que te daña el estar conmigo.
No me creas aunque parezca convincente
acerca de cuánto daño puedo hacerte.
No me creas.
Aunque sea verdad,
aunque sepas que sí.
Porque yo, amor, sin ti
no sabría para qué estoy aquí.