La India por si sola, es un continente de culturas milenarias,
que no por fuerza, son humanitarias, es el paraíso de la informática,
y de una multitud aparentemente errática, tantos siglos venerando
a las deidádes. no han podido redimirlos de las más crudas realidades.
La mujer como en el Egipto faraónico debía acompañar al señor en su
último sueño, y millones de indios ciegos por la terrible catarata podrán
ver la luz y la oscuridad y vivir la alegría que ya es hora, gracias al invasor
de otrora que hoy son los santos cirujanos que les han devuelto la vida.