del otro lado de las cosas
jardines llenos de conejos
sueños que se acuerdan de vivir
imágenes jugando en sus colores
la pequeña gran suerte de abrir universos
mudos
el mapa al revés
la brújula busca su orilla
donde hundir sus pies de arena
y ser una espectadora más
quieta
pero viva y vida más allá
menos acá
el horizonte devora
magia y quimera
la ficción venciendo al cuerpo
desatando vientos de luz
el héroe pagano volviendo del fuego
trayendo en su pipa humos que contar
pasillos de fantasía abriéndose
a cada paso y otros más
venas del tiempo que corren
como conejos y se cruzan
en un lienzo de almíbar
llave lisa y tersa
donde me pierdo sin dormir