Impasible en tus ojos me he quedado
en esta tarde, donde las violetas
y ninfas misteriosas han llorado
versos de luna, límpidos poetas.
Azul ensueño, en ti, no encuentro mal;
entre tus dos labios hay dulces uvas
y en tu risa hay un rayo matinal...
Tu talle es como la ínsula de Cuba.
Tu cabello es la celestial negrura
que te engendró la aurora misteriosa;
en tu rostro se esconde la hermosura
de la más delicada y casta rosa.
Oh ignota; comprender tu nombre trato...
Un misterio es tu amor por esos gatos...
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David John Morales Arriola