Desde ayer no pertenezco a este mundo, porque
sonrío entre parpadeos;
Niña mía, besarte y mudarme a tus ojos son mis lunáticos deseos.
Entregaré todos mis sueños,
y viviré por tus ojos
que además de ternura en expresión,
son las mas lindas estrellas
de esta inmensa y basta constelación.