teresa ternavasio

EL BEBEDOR

 

La gente en la calle,  lo mira con sorna,

No sabe que  lleva, una pena honda,

Se pasa las noches, adorando a Baco

Y el sol lo sorprende oliendo a tabaco.

 

Perdió la brújula de la cordura,

Vive en el silencio de una cruel tortura,

Agitan su alma negros pensamientos,

Otrora hayan sido muy bellos momentos

 

Bebe y bebe,  del dulce elixir,

Para darle fin a su afligir,

Pero llegan, como remolino,

Sombras que acompañan siempre su camino

 

El la quería, ella también lo quiso,

Y sembraron juntos, jardín de ilusiones

Vivieron muy quedo inmensas pasiones,

Inventaron cielos de amor y ternura

 

Soñando con estíos verdes y amarillos

Un día encontraron al señor destino,

Que muy claro dijo “tiempo de morir”

Tomó a ella de la mano y debió partir

 

Ciegas las pupilas,  vida en las tinieblas,

Quedó el corazón en un extravío,

Desde entonces busca lograr un consuelo,

Que el vino le otorga, como un resuello