Ya no te veo oscura, muerte misteriosa,
he pensado en el nombre que te dieron por error,
y sólo eres una puerta que espera silenciosa.
Antaño te sentía con miedo y con dolor,
e incluso te veía con guadaña y capa negra,
sentimientos impuros que alteraban mi pudor.
Hoy que ya sé que no eres una guerra
y que tu nombre debiera ser el de libertad,
espero con ardor terminar esta vida perra,
y pasar por esa puerta que espera en soledad
cambiando mi visión en ese mundo infinito,
que a todos nos entrega la verdadera realidad.
Libertad me parece un nombre mas bonito
donde el alma vuela con esa condición,
sobrevolando a este mundo pequeñito,
donde convive el amor con la ambición.
Por eso muerte ahora te llamo libertad
que seguro tiene de Dios su bendición.