Voy contando al aire
lo que a nadie le he dicho,
que tengo un rostro de piedra
y un corazón marchito.
Que las palabras
parecen no importarme,
pero van calado dentro mío.
Que sonreír impropiamente
es mi engaño más grande.
Que las frases de ánimo
que a otros he obsequiado,
a menudo las olvido.
Que amar me duele,
y olvidar es imposible.
Que mi lucha es constante
que mi lucha es dentro mío.