Elizabeth Gonzales

A SOLAS

 Voy contando al aire

lo que a nadie le he dicho,

que tengo un rostro de piedra

y un corazón marchito.

Que las palabras

parecen no importarme,

pero van calado dentro mío.

Que sonreír impropiamente

es mi engaño más grande.

Que las frases de ánimo

que a otros he obsequiado,

a menudo las olvido.

Que amar me duele,

y olvidar es imposible.

Que mi lucha es constante

que mi lucha es dentro mío.