Cielo de estrellas
acompaña a la moribunda tarde,
la agonía del día se ilumina
con dulces recuerdos…
palabras acariciando al ser,
caricias despilfarradas sobre la piel,
pieles sedientas humedeciéndose
y la humedad de besos
acobijando las almas;
recuerdos…
recuerdos que no llenan
que no hunden en brazos,
pero consuelan
y despiertan en los labios
las palabras
que tu nombre susurran.